Seguramente has llegado hasta aquí porque eres uno de esos usuarios a los que las ventanas correderas les parecen una solución polivalente y mucho más interesante que las abatibles. Sin embargo, el gran problema que se suele achacar a este tipo de aberturas es la falta de aislamiento. Pero… ¿has oído hablar de las ventanas correderas herméticas? Sí que existen, y además, aunque sean poco habituales, suelen ser unas de las más recomendables para aquellos que quieren aunar las ventajas del espacio compacto, con un aislamiento adecuado de sus viviendas.
Todo sobre las ventanas correderas herméticas
En realidad, el término ventanas correderas herméticas es un poco de andar por casa. Es decir, es una manera muy coloquial de llamarlas que en el ámbito profesional se traduce en ventanas oscilo-paralelas. En realidad, este tipo de ventana no es una corredera al uso, sino que incorpora en el mismo sistema dos tipos de aperturas; la paralela, y la oscilante. Precisamente esto hace que sea un sistema mucho más complejo, puesto que hay que incorporar en el mismo eje dos modos de apertura al tiempo que se garantiza un aislamiento óptimo. De hecho, la realidad es que aunque este sistema empieza a tener una demanda importante para todos los tamaños, se creó con la intención de dar soporte a las puertas de grandes dimensiones, de tal manera que se facilitase la apertura de las mismas.
Las que el consumidor conoce como ventanas correderas herméticas suponen un gran beneficio para espacios reducidos, o en los que la ventana se sitúa en lugares en los que se ha colocado mobiliario, impidiendo su apertura batiente. Además, son una fórmula muy estética y funcional de aprovechar bien esos espacios optando por una ventilación perfecta de las habitaciones. Estas ventanas se pueden configurar de varios materiales, y a la hora de elegir entre aluminio y PVC te recomendamos consultar con nosotros las opciones de ambos materiales para esta configuración oscilo-paralela.